Tips para una buena alimentación en los pacientes con Cáncer
El estado nutricional de una persona que padece cáncer puede verse afectado por la enfermedad y los efectos secundarios del tratamiento, pudiendo provocar una desnutrición.(1)
Por tanto, una dieta saludable y balanceada deberá consistir en incluir una combinación adecuada de alimentos energéticos y nutritivos, permitiendo que la persona se sienta más fuerte, tolere mejor el tratamiento y mejore su calidad de vida.(1)
Para lograr estos objetivos es necesario considerar lo siguientes tips:(1)
- Reducir el consumo de azúcar y harinas refinadas.
- Consumir la cantidad adecuada de grasa animal.
- Aumentar el consumo de frutas y vegetales frescos.
- Consumir alimentos ricos en vitamina C: Naranjas, frutillas, limones, durazno, papaya, sandía.
- Consumir alimentos ricos en fibra dietética como: Leguminosas (lenteja, frijoles, garbanzo, etc.), vegetales y frutas con cáscara.
- Consumir alimentos ricos en ácidos grasos omega 3 como: Aceite de oliva, pescados de aguas frías, nueces.
- Evitar los alimentos preparados al carbón y alimentos ultraprocesados como las gaseosas.
- Mantenerse bien hidratado: Beber agua, jugos naturales, infusiones.
- Fraccionar la comida en el día para evitar una saciedad temprana.(1)
Se puede presentar falta de apetito y fatiga en cualquier etapa del cáncer. Así como también, el olfato y el gusto se verán afectados provocando cambios en el sabor y olor de la comida. Para ello se recomienda:(1)
- Tratar que el paciente coma en los momentos que está menos cansado.
- Fomentar el movimiento y la actividad para estimular el apetito, como una caminata corta.
- Consumir los alimentos en diferentes momentos del día.
- Proporcionar al paciente pequeños bocadillos en el día.
- Evitar comidas o productos alimenticios de saciedad rápida.
- Comer junto con otras personas, promoviendo la adecuada interacción con los demás.
- Masticar bien los alimentos, el sabor mejora con la masticación.
- Evitar los alimentos con un olor fuerte que evocan la aversión, como carnes asadas pescado o comidas calientes (sopas).
- Ajustar la dieta basada en las nuevas preferencias de alimentos.
- Probar platos fríos ya que son menos olorosos que los productos calientes.
- Combinar la carne con algo dulce y amargo, como los arándanos, puré de manzana durazno. También puede marinar la carne con jugo de fruta, vino dulce o ciruela.
- Utilizar alimentos con un sabor menos pronunciado, tales como papas cocidas o en puré, pan blanco, galletas, avena, queso fresco.
- Utilizar cubiertos de plástico, en el caso de que se sienta el sabor metálico de los cubiertos.
- Consuma caramelos o chicles de menta cuando exista un mal sabor.
- Evitar las fragancias de los productos de limpieza, humo del cigarrillo y perfumes al momento de dar un alimento.
- Si las bebidas tienen un olor fuerte taparlas y tomarlas con un sorbete.(1)
Antes de tomar una decisión que impacte en tu salud, consulta siempre a tu médico.