Riesgo Residual Cardiovascular
A pesar de estar avocados a hacer frente a la pandemia actual por coronavirus SARS-CoV-2, siempre mantenemos el reto de enfrentar a otra pandemia, que ya data de tiempo atrás y que lejos de disminuir, incrementa su impacto año tras año. Sin duda nos referimos al Riesgo Cardiovascular (RCV), que los malos hábitos dietéticos, las comorbilidades como la dislipidemia, la diabetes mellitus y la obesidad o en su conjunto, el síndrome metabólico; lo elevan considerablemente y tienen como consecuencia una alta morbimortalidad cardiovascular1.
Diversos estudios clínicos han demostrado que el tratamiento farmacológico logra un descenso en los valores de lípidos de baja densidad (LDLc), uno de los principales factores para la elevación del RCV; produciéndose una reducción de un 25% a 30% de los eventos cardiovasculares, lo cual indica un éxito terapéutico indiscutible; pero, asimismo, y a pesar de la utilización de estatinas, muchos pacientes continúan presentando eventos cardiovasculares. En otras palabras, mantienen un riesgo cardiovascular elevado, lo cual se denomina Riesgo Residual (RR)2.
Por tanto, y a pesar de que en las guías se recomienda de forma generalizada la estatina como primera opción terapéutica, esto puede ser insuficiente en un porcentaje no despreciable de casos, que requieren una estrategia terapéutica complementaria por la necesidad de reducir el RR dependiente de la hipertrigliceridemia. Entre estas opciones, a la cabeza se encuentran los fibratos. En el estudio ACCORDION, los pacientes con las cifras más elevadas de triglicéridos y más bajas de lípidos de alta densidad (cHDL), mostraron mejores resultados a largo plazo cuando eran tratados con la combinación estatina más fenofibrato con respecto al empleo de la estatina en monoterapia: menor incidencia de mortalidad cardiovascular, de infarto de miocardio no fatal, de insuficiencia cardiaca o de episodios coronarios graves; y junto a ello una disminución significativa de la mortalidad por todas las causas (-35%) a los casi 5 años de seguimiento3.
Para lograr minimizar la incidencia de ECV en la población, así como el RR, es necesario que los médicos concienticen la importancia de los factores de riesgo y estilos de vida, a fin de que los expliquen de forma rutinaria y sistemática en la consulta con cada paciente y sus familiares, incluyendo niños y adolescentes. Es necesario realizar campañas de difusión masivas sobre estilos de vida saludables y que se apliquen en forma efectiva las políticas de salud promovidas por las sociedades científicas, a fin de modificar la epidemiología de las ECV4.
En el 2021, el Consenso latinoamericano para el manejo del riesgo residual cardiometabólico concluyó que la disminución del riesgo residual debe considerar opciones terapéuticas adaptadas a las necesidades específicas del paciente, prestando atención en los 5 objetivos de tratamiento: Lipoproteínas ricas en triglicéridos, inflamación, metabolismo de la glucosa, presión arterial alta y estado protrombótico. El Control integral de todos estos factores debe ser una prioridad para hacer frente a este importante problema de salud pública y prevenir las muertes prematuras5.
DR. JORGE TIMOTEO
Director Médico
2. Lorenzatti, Alberto; El Papel de la Dislipidemia Aterogénica en el Riesgo Residual; Sociedad Iberoamericana de Información Científica; 2016.
3. Zhu L, Hayen A, Bell KJL. Legacy effect of fibrate add-on therapy in diabetic patients with dyslipidemia: a secondary analysis of the ACCORDION study. Cardiovasc Diabetol. 2020; 19:28.
4. Ortiz, Héctor; Consenso Latinoamericano para el manejo del Riesgo Residual Cardiometabólico; https://www.siacardio.com/academia/guias/riesgoresidual/.
5. Ponte-Negretti, Carlos et al.; Management of residual cardiometabolic risk; Arch Cardiol Mex. 2022;92(1).